¿Perdiendo la cordura?

Sintió la luz de la mañana a través de sus párpados. Abrió sus ojos lentamente, sentía el peso de sus ojeras. Lentamente se acomodó hasta estar sentada al borde de la cama, y volteó su cabeza para ver aquel hombre dormir plácidamente a su lado, aquel extraño. Se abrazó a si misma, acariciándose los brazos con sus pulgares, anhelando que los brazos de aquel hombre fueran los que estuvieran a su alrededor. Se volteó completamente, le gustaba observarlo, dormía tan plácidamente, le gustaba acariciar la suave piel de su rostro, se sentía tan real. Había días que incluso lo escuchaba murmurar cosas en su sueño, otros, lo sentía abrazarla en la noche mientras ella dormía. Si solo fuera verdad…Si solo estuviera cuerda…

Seguía acariciando su rostro hasta que lo observó despertarse lentamente de su sueño, ella murmuró un te amo, pronto el despertó, y la cama se encontró vacía, ella estaba sola, su mano estaba apoyada en la solitaria almohada, sin rastros de nadie.

Ya hace meses sabía que había perdido la cordura, pero lo amaba, de alguna manera completamente irracional e inexplicable. Enamorada de un hombre inexistente que nunca conoció, ni siquiera en sus alucinaciones habían tenido una sola conversación. Únicamente sabía que lo amaba…

En alguna otra parte, él despertó. Otra vez. Había pasado otra vez, soñó con ella. Esta vez ella reía, ambos lo hacían. Parecía tan real, como si la hubiera llegado a conocer, incluso sentía saber todo de ella aún sin saberlo, incluso sabiendo que no era real. No era la mas bella de todas, ¡pero rayos! Esa sonrisa, esa risa… era lo mas bello y mágico que alguna vez había visto, eran como una puerta abierta a su ser y alma; esa sonrisa tan natural y la mirada que la acompañaba, la convertían en la mujer mas bella de todas. Aunque claro, todo eso era imposible porque solo era una creación de su subconsciente.

Solo unos segundos antes de que éste despertara de su sueño, ella, con una sonrisa pícara susurró un te amo. Él la amaba también, no lo podía explicar, solo lo hacía, se enamoró de un sueño, se enamoró de una mujer inexistente… Dios, si que se había vuelto loco, deseaba dejar de soñar con ella, pero otra parte de su ser necesitaba volver a verla…

Dos alamas destinadas…suplicando a gritos ser unidas…

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Hola gente! Espero que anden bien! yo feliz que ya casi termino las clases!Espero que les guste la entrada, me quedó larga otra vez, espero que la lean completo y no se aburran y también puse demasiadas imagines jaja pero buehh...

En fin, un beso enormee a todos :)